Sant Miquel del Fai, en el municipio de Bigas, es uno de esos lugares que forman parte de la memoria colectiva de todos los barceloneses y catalanes en general, pues representa una visita obligada para escuelas, campamentos y otros viajes organizados. Se trata de un cenobio benedictino con origen en los siglos X-XI.
Su gran interés radica en dos aspectos principales: su arquitectura imposible y su espectacular entorno natural. Arquitectura imposible porque el monasterio gótico medieval se encuentra encajado en la escarpadas rocas de un desfiladero de la cordillera Prelitoral Catalana, con arcos suspendidos y cuevas que parecen sacadas de un cuento. Y espectacular entorno natural porque se enmarca en un accidente natural donde tienen gran protagonismo las cascadas naturales de agua del río Tenes.
Sus espacios más significativos son la Casa del Priorat, en la plaza de la Abadía, la iglesia de Sant Miquel y la cueva de Sant Miquel, con estalactitas, estalagmitas y pequeños lagos, entre los que destaca el lago de las Monges, una gran lámina de agua escondida bajo la roca. La cueva de las Tosques es otro de los lugares fascinantes que, debido a la dificultad de su recorrido, se debe hacer con un guía.
Su actividad religiosa terminó en 1936 y ya desde el siglo XIX su gestión era privada, organizando eventos como bodas, bautizos y comuniones, además de visitas turísticas. Sin embargo, desde junio de 2017, este monasterio y espacio natural ha iniciado una nueva e ilusionante etapa: la Diputación de Barcelona lo ha adquirido para su conversión en espacio público. Un hotel el Sant Miquel del Fai, como el Augusta Barcelona Vallès, te permitirá visitar sin límites este rincón privilegiado que nos ha regalado la naturaleza y la historia.
Propuestas para pasar un día en Sant Miquel del Fai
Existen muchas propuestas para quienes se alojan en un hotel en Sant Miquel del Fai. Por ejemplo, para las familias con niños: la singularidad de sus construcciones y las fascinantes vistas desde el cenobio dejarán sin palabras a los más pequeños, especialmente por los saltos de agua del río Tenes. Además, con carácter periódico se organizan talleres para niños y actividades deportivas.
Los visitantes interesados en el lado cultural del monasterio no deberían perderse el museo, que hace un repaso a la historia del monasterio, con sala de audiovisuales incluida. Y los amantes de la naturaleza no deberían perder la ocasión de realizar una ruta por los parajes del entorno, desde donde se disfrutan unas magníficas vistas del monasterio y de la cordillera Prelitoral Catalana, con sus características colinas redondeadas y verdes.
Alójate en un hotel en Sant Miquel del Fai para vivir todas estas experiencias y elige el Augusta Barcelona Vallès si quieres tener este y otros puntos de interés a mano.
Nota: Debido al cambio de titularidad del espacio , en 2017 se iniciaron obras y actuaciones de adecuación. En el momento de la redacción de esta página, Sant Miquel del Fai se encontraba cerrado por obras. Ponte en contacto con las oficinas de turismo de la provincia o con nuestro hotel para saber si ya se puede visitar este espacio de gran interés.